Hace ya varios años, la terapia cognitiva comienza a integrar los aportes del Mindfulness o Atención Plena a su movimiento psicoterapéutico, enriqueciendo su aporte con las terapias de tercera generación.
Mindfulness abreva en antiguas enseñanzas budistas, siendo esencialmente una práctica meditativa asentada en un refinado conocimiento psicológico del ser humano.
Ya hace más de 30 años, que occidente comienza a integrar estas prácticas en el marco de la medicina mente cuerpo con un sustento empírico realmente impactante.
En las primeras Jornadas de Terapia Cognitiva de la USAL, en el año 2011, se presentan varias ponencias enraizadas en esta cosmovisión.
Ya en ese momento, junto al Dr. Gabriel de Ortuzar, director de la carrera de Psicología, nos propusimos diseñar un seminario para quinto año, que pueda mostrar e incluir la presencia de las prácticas contemplativas a la psicoterapia.
La originalidad de este seminario, único en las carreras de psicoterapia de nuestro país, se entronca en la rica tradición de apertura y seriedad de la USAL.
Desde el año 1967, la universidad, viene desarrollando e integrando los aportes de oriente a la ciencia de occidente con la novedosa Escuela de Estudios Orientales creada por el Rev. Padre Ismael Quiles.
En el texto “Análisis epsitemológico in-sistencial del yoga y el psicoanálisis, el Dr. De Ortúzar, muestra con claridad como el pensamiento de Quiles enfatiza la importancia de las prácticas meditativas como modo regio de conocer intuitivamente la subjetividad y las realidades de su trascendencia.
Sentimos entonces, estar honrando esta rica tradición de la USAL, con la apertura de este espacio que cuenta hasta el día de hoy con unos 60 alumnos, cultivando junto a nosotros hondas y vigorosas raíces junto a un crecimiento abierto a las prácticas más modernas y fundadas de la actualidad.
Creemos que el seminario nos estimula a habitar el precepto de dicha institución:
“Ciencia a la mente y Virtud al Corazón”.
Con los años, el seminario fue tomando diferentes formas en base a la intención y al objetivo que surgía cuatrimestre a cuatrimestre. Las experiencias que nos traen nuestros alumnos son francamente alentadoras.
Hay momentos en que los alumnos se convierten en sus propios sujetos de estudio, atravesando el programa MBSR durante 8 semanas de su cursada, donde aprenden las principales prácticas de Mindfulness, y siempre desde un abordaje experiencial.
En esas instancias el aula se convierte en un salón de prácticas, en donde se apilan los pupitres de costado, se disponen los mats de yoga, y entre risas, vergüenza y un poco de adrenalina, los alumnos se entregan a la guía de los instructores.
Dijo Kabat Zinn: “Nuestro trabajo consiste en cuidar el territorio de la experiencia directa en el momento presente y permitir que el aprendizaje que surja de ahí.”
Esa es una de nuestras intenciones: que, en el último año de la carrera, las personas puedan aprender experimentando para luego complementar esa vivencia con las lecturas adecuadas.
Previo al inicio del programa y al terminarlo se invita a los participantes a completar diferentes escalas creadas especialmente en base a lo que se desee investigar en cada instancia. Llevamos realizadas varias investigaciones relacionadas con el dictado del programa dentro del claustro, midiendo el desarrollo de competencias terapéuticas transteóricas esenciales tales como la empatía, la autoestima y la compasión en nuestros cursantes. (También vimos como disminuía la ansiedad, la depresión, y crecían las dimensiones de sentido, interioridad y regulación emocional entre otras habilidades personales y profesionales).
En los momentos en que las investigaciones se encuentran en curso, el seminario toma una forma más “standard” y esto dicho siempre entre comillas, ya que igualmente clase tras clase reina el silencio, la práctica y la conciencia plena.
En este segundo cuatrimestre de 2022, luego de años de pandemia, los alumnos vuelven a contar con el aporte de profesores invitados: muchos de ellos instructores de nuestra Red Federal y latinoamericana de Mindfulness y especializados en diferentes áreas de trabajo. Estas valiosas personas, a través de su experiencia nos muestran cómo la práctica se adapta a múltiples contextos y poblaciones. Nos hemos nutrido con aportes que van desde el “programa ranitas” (Mindfulness para niños), regulación emocional, crianza atenta, neurociencias, dolor crónico y Mindfulness en la psicoterapia, entre otros.
Hoy en día podemos decir sin temor a equivocarnos que elegir el seminario es realmente una elección “popular” entre nuestros alumnos y estos se debe, por un lado, a que es una propuesta diferente en una carrera que es 90% teórica y por otro lado, porque es una gran oportunidad, de contar con un verdadero entrenamiento de este tipo a pocos pasitos de que muchos de ellos se reciban de flamantes psicólogos.
Muchos nos cuentan, cuanto les sirve anclarse en el presente en el medio de la enorme ansiedad que despiertan los últimos finales y la redacción de la tesis, pudiendo estar “despiertos” y atentos con todo lo que ello implica.
Aquel alumno que se involucra en el proceso del seminario, refiere no sólo descubrir una herramienta para llevar a su vida cotidiana, pudiendo frenar y tomar conciencia de todo lo que nos perdemos las personas al vivir en piloto automático, sino que además se les abre
una nueva posibilidad dentro del abanico de herramientas en las cuales formarse para poder llevarlo en un futuro a su labor como psicólogos.
Como guías, profesores e instructores de Mindfulness y de la psicoterapia, es un privilegio poder acompañarlos en este proceso de aprender a ser psicólogos desde una mirada humana, experiencial y profundamente comprometida.
Es de una enorme alegría atravesar cada práctica junto ellos, y compartir todos los escenarios que van apareciendo a lo largo del cuatrimestre, algunos más agradables y otros no tanto, pero en los que siempre hay respeto y cuidado por parte de todos los que compartimos el espacio.
A seguir sembrando consciencia….
Lic. Javier Cándarle
Lic. Yvonne Jaureguialzo
Lic. Mariam Holmes
